Probablemente
ha sido la carrera de maratón más impresionante en toda la historia de los
Juegos Olímpicos de la era moderna. Se corrió en los primeros JJOO organizados
en Londres, en 1908 (recordemos que el próximo año van por tercera vez a esta
ciudad), y se corrió bajo un tiempo muy caluroso.
El protagonista
de esta historia es Dorando Pietri, un joven italiano que ya había ganado
carreras anteriormente, y que se presentaba en la prueba de Londres como uno de
los favoritos a hacerse con el oro. La carrera era de 42.195 km (oficial a
partir de 1921), y fue en el kilómetro 39 donde Pietri alcanzó el primer lugar.
Al entrar en el estadio se equivocó de sentido, y más tarde se desvaneció hasta
cuatro veces delante de todo el público y de los jueces, que le ayudaron hasta
que consiguió llegar en primera posición (adjunto foto del momento de la llegada). Para hacerse una idea,
tardó 10 min en recorrer los últimos 350 metros.
Hasta ahí
todo perfecto, salvo que la Federación estadounidense presentó una reclamación
para que se le arrebatara el oro a Pietri, ya que había sido ayudado por los
jueces (y porque era la única oportunidad que tenia EEUU de cambiar la plata
por el oro en esta prueba de maratón). La reclamación llegó a buen puerto y le
quitaron el oro al pequeño luchador italiano. Este hecho no impidió que Pietri fuese ensalzado
como héroe nacional.
Bajo mi
modesta opinión, ha sido la llegada más emocionante en una prueba de atletismo
de larga distancia en toda la historia. Pero es sólo una opinión, de este
humilde servidor…
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