miércoles, 1 de mayo de 2013

¿Y ahora qué?

Confirmado el fracaso europeo, el Real Madrid ha de expandir sus horizontes más allá de la final de Copa ante el Atlético de Madrid. Y es que tras la justa clasificación del Borussia de Dortmund el equipo blanco vio cómo su sueño de alzarse con la ansiada décima se desvanecía cuando estaba a punto de obrarse el milagro. El partido fue atrevido, intrépido, de los que gustan ver al espectador, con numerosas idas y venidas, en el que el Madrid sólo apareció en los primeros veinte minutos y en el cuarto de hora final. ¿Entre medias? Pues en ese tiempo el cuadro alemán no sufrió en exceso, sino todo lo contrario, disfrutando de algunas ocasiones para rematar la eliminatoria. El conjunto de Mourinho cayó eliminado ante un público entregado como pocas veces, donde destacaron jugadores como Sergio Ramos o Diego López, y en el que Xabi Alonso, Ronaldo o Higuaín estuvieron descafeinados.

Pero que el hecho de estar a punto de culminar la remontada no nos haga perder la perspectiva. El Real Madrid fue inferior en el cómputo global de la eliminatoria, y eso no se lo puede permitir un equipo que quiere marcar una época comenzando con la reconquista del mayor cetro europeo.

Para ello, el cuadro de Chamartín deberá reestructurar la plantilla, comenzando por el entrenador. Hartos están por Concha Espina de tanto protagonismo, del desgaste ocasionado y de la división creada en los aficionados por parte de Mourinho, alguien que vino al Madrid como El Mesías y que se irá a final de temporada tras un año muy flojo, después de haber batido el récord de puntos y goles en Liga. Suena Carlo Ancelotti, un gran gestor de grandes estrellas (recordemos su etapa en Milán o en Londres), aunque su fútbol pueda llegar a cuestionarse. Es el sueño de Florentino desde que volvió a la presidencia, y sólo el poco respaldo de la afición hizo que no ocupara el banquillo blanco antes de que lo hiciera Manuel Pellegrini. ¡Ay Pellegrini! Parece que ahora se valora el trabajo que ha hecho en Málaga y lo cerca que estuvo de eliminar el Dortmund.

En la defensa, hay nombres como Pepe e incluso Coentrão, por los que se puede sacar un beneficio económico notable, y a los que no importaría dar una salida dado su rendimiento (aunque el lateral haya mejorado desde que llegó). Carvajal vuelve a la casa blanca para ocupar el carril diestro, y tras una buena pretemporada Marcelo vovlerá al carril zurdo para hacer recordar las bandas que ocupaban Salgado y Roberto Carlos hace más de una década. En el centro del campo, la prioridad es buscar un refuerzo a Xabi Alonso. Gündogan suena con fuerza, aunque el Real Madrid no puede permitirse el lujo de prescindir de la cantera, y subir a hombres como Casemiro (gran acierto de Mourinho) o José Rodríguez.

También debería de subir a gente importante para la delantera, y tras dar salida a Higuaín, Morata y Jesé están de sobra preparados para dar el salto al primer equipo y disputar minutos de garantías. Tampoco vería con malos ojos una venta de Di María, irregular desde que llegó, aunque ha dado un grandísimo rendimiento, y obtener cash para afrontar el fichaje de uno de los mejores jugadores que hay en este país: Isco.

Estas líneas forman parte de una opinión, la mía, y no tiene por qué coincidir en lo que será el Real Madrid de la próxima temporada. Pero estaría muy bien...

Casillas abraza a Ramos, capitán anoche, que quedó desconsolado tras el partidazo que se marcó, gol incluido.