miércoles, 24 de octubre de 2012

Historias de penalti

En un partido de fútbol existen multitud de aspectos que hay que tener en cuenta y que pueden tener una influencia notable en el desarrollo del mismo: faltas, tarjetas amarillas, tarjetas rojas, lanzamientos al poste, … Pero existe uno de ellos que, bajo mi opinión, es el más decisivo de todos: el lanzamiento de penalti. Como todos los lectores sabrán, la “pena máxima” (como también se conoce al penalti) se produce cuando el árbitro considera que ha ocurrido una infracción en forma de falta dentro del área, debiéndose realizar un lanzamiento a once metros de la portería. Hasta ahí todo claro. Pero este pequeño factor determinante guarda multitud de historias que merecen ser contadas.

Invención de la tanda de penaltis

Hoy día estamos muy acostumbrados a ver cómo se resuelven los partidos de eliminatorias que acaban en empate desde el punto fatídico. Pero la invención de este sistema fue obra de un periodista español, gaditano para más señas. Rafael Ballester (así se llamaba el hombre) lanzó la propuesta en el Diario de Cádiz con motivo de la celebración del tradicional Trofeo Ramón de Carranza en 1962. La idea contó con el beneplácito de la organización, así como de los equipos participantes, y el día de la final (2 de septiembre) se puso en marcha este sistema. Barcelona y Zaragoza fueron los protagonistas de la primera tanda de penaltis de la historia del fútbol, con vencedor blaugrana. Desde entonces, la propuesta de Ballester ha dado para mucho…

El Liverpool y sus bailes

Si hay un equipo que ha dado juego en las tandas de penaltis, ese ha sido el Liverpool, al menos en la máxima competición continental. Primero nos tenemos que remontar a la final de la Copa de Europa de 1984, el equipo red frente a la Roma, que además jugaba en su estadio. El partido concluyó con empate a uno, y todo se decidiría en los penaltis. Lo que ocurrió a partir de ahí fue digno de película. El portero del Liverpool, Bruce Grobbelaar decidió defender los lanzamientos rivales intento desestabilizar al lanzador. Y vaya si lo hizo. Cuando se colocaba bajo los palos comenzaba un ritual de baile, muy característico, que consistía en ondular el cuerpo de arriba hacia abajo. Los jugadores romanos no daban crédito, pero Grobbelaar sabía muy bien lo que hacía, de hecho, el portero bailarín y sus compañeros se erigieron en reyes de Europa.

Y llegó Panenka

Se podría pensar que estaba todo inventado en lo que concernía al penalti, pero un checoslovaco llamado Panenka se encargó de demostrar al mundo que se podría seguir asombrando desde los once metros. Lo hizo en el mejor escaparate posible, la final de una Eurocopa, en la tanda de penaltis, y ante la mejor selección de la época, la RFA de Beckenbauer, Maier o Müller, entre otros. A la hora de lanzar, y cuando vio que el portero se tiraba a un lado, Panenka remató de forma sutil en una especie de vaselina que entró (no sin misterio) por el centro de la portería. Además, este lanzamiento sirvió para darle el título a Checoslovaquia.

Como véis, son muchas las historias que guarda el lanzamiento más fácil, a priori, del fútbol. Yo os he mostrado algunas, pero hay muchas más.



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