Cuando la persona gana al personaje

Hoy ha habido un hecho que a lo mejor ha pasado de puntillas por los noticiarios deportivos españoles. Y me alegro por ello. La noticia en sí (si es que se le puede llamar noticia) ha sido que Manolo Preciado, actualmente sin equipo tras haber sido cesado del Sporting de Gijón esta misma temporada, ha visitado la ciudad deportiva del Real Madrid en una gira que está haciendo el técnico por los entrenamientos de varios equipos de 1ª división. Esta situación no tendría que ser noticia si no es por el cruce de declaraciones y acusaciones que Preciado y Mourinho intercambiaron en el transcurso de la campaña pasada. Aquello sí que tuvo una gran repercusión, y tras haberse pedido disculpas mutuamente días después, parece que el morbo sigue reinando entre los aficionados y en cierto sector minoritario de la prensa deportiva.

Lo acaecido esta mañana en Valdebebas no debería ser considerado como algo insólito, más allá de la visita de un entrenador a un entrenamiento de uno de los mejores equipos del mundo. Y aunque como bien he dicho anteriormente me alegro de que tampoco haya tenido gran impacto, por otra parte me alegro de que los aficionados manejen esta información, para que se den cuenta de que un calentón lo puede tener cualquiera, pero que en este mundo tan mediatizado ha de imperar el respeto por el trabajo de los demás.

Y es que, tras lo acontecido el curso pasado, parece que tanto Preciado como Mourinho no sólo han dejado atrás sus diferencias, sino que ellos mismos cuentan que hay una magnífica relación más allá incluso del respeto que han de profesarse como compañeros de profesión. Y por si no quedó claro en aquella ocasión, el gran Manolo Preciado se ha encargado de recordarlo: “tenemos una relación magnífica.  Estoy muy agradecido con su comportamiento y él me tiene también mucho afecto. […] Es un gran entrenador. Cuando uno ve cómo trabaja, cómo entrena, y la motivación que imprime a cada minuto, luego los éxitos se reflejan en el campo. Es un ‘number one’”, ha declarado. Recientemente, cuando falleció el padre de ex técnico del Sporting, una de las primeras llamadas que recibió fue la del entrenador del Madrid, hecho que agradeció Preciado públicamente.

Me encanta que cosas así ocurran, tanto en el fútbol como en la vida, y se ha demostrado que dos caracteres fuertes como son los del portugués y el cántabro pueden mantener una estrecha relación y seguir aprendiendo el uno del otro. Y para que quede claro entre los escépticos, en esta ocasión se ha impuesto  la persona al personaje. Y que sigan así.