Para este relato nos tenemos que remontar al
15 de mayo de 1929. ¿Qué pasó hace 83 años?
Pues bien, en esa fecha tuvo lugar un partido
muy importante para la historia del balompié español. La selección de
Inglaterra llegaba con un balance de 22 victorias y un empate en todos los
encuentros disputados en suelo europeo. Era la gran invicta, y como no podía
ser de otra manera, todos los equipos querían ganar. El día de la festividad de
San Isidro se celebró el encuentro en el estadio Metropolitano. Al descanso,
empate a dos. Se podía conseguir. En la segunda mitad, tras adelantarse los
ingleses y empatar España, se tuvo que detener el partido por invasión de
campo. La victoria estaba muy cerca, y fue Goiburu el que la certificó con un
gran disparo.
Por primera vez los pross perdían un partido en Europa. Salieron muy dolidos, poniendo
multitud de excusas y exigiendo poco menos que se jugara un partido de
desempate ante su público. El partido se disputó y se tomaron la revancha
metiéndonos 7-1. Pero lo más importante había ocurrido aquella calurosa tarde
de mediados de mayo. Aquel día España se presentó al mundo como una selección
potente, a pesar de haber conseguido años atrás una plata olímpica en Amberes.
Podemos llenarnos de orgullo al decir que la
primera vez que Inglaterra mordió el polvo en Europa fue en España, ante la
furia roja. Aunque el duelo contra Inglaterra que nunca podremos olvidar tuvo
lugar en el estadio Maracaná en 1950. Recordemos el gran gol de Zarra que os
metió en la lucha por el mundial de Brasil.
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