Invención de la tanda de
penaltis
Hoy
día estamos muy acostumbrados a ver cómo se resuelven los partidos de eliminatorias
que acaban en empate desde el punto fatídico. Pero la invención de este sistema
fue obra de un periodista español, gaditano para más señas. Rafael Ballester (así
se llamaba el hombre) lanzó la propuesta en el Diario de Cádiz con motivo de la celebración del tradicional Trofeo
Ramón de Carranza en 1962. La idea contó con el beneplácito de la organización,
así como de los equipos participantes, y el día de la final (2 de septiembre) se
puso en marcha este sistema. Barcelona y Zaragoza fueron los protagonistas de
la primera tanda de penaltis de la historia del fútbol, con vencedor blaugrana.
Desde entonces, la propuesta de Ballester ha dado para mucho…
El Liverpool y sus bailes
Si
hay un equipo que ha dado juego en las tandas de penaltis, ese ha sido el
Liverpool, al menos en la máxima competición continental. Primero nos tenemos
que remontar a la final de la Copa de Europa de 1984, el equipo red frente a la Roma, que además jugaba
en su estadio. El partido concluyó con empate a uno, y todo se decidiría en los
penaltis. Lo que ocurrió a partir de ahí fue digno de película. El portero del
Liverpool, Bruce Grobbelaar decidió defender los lanzamientos rivales intento
desestabilizar al lanzador. Y vaya si lo hizo. Cuando se colocaba bajo los
palos comenzaba un ritual de baile, muy característico, que consistía en
ondular el cuerpo de arriba hacia abajo. Los jugadores romanos no daban
crédito, pero Grobbelaar sabía muy bien lo que hacía, de hecho, el portero
bailarín y sus compañeros se erigieron en reyes de Europa.
Y llegó Panenka
Se
podría pensar que estaba todo inventado en lo que concernía al penalti, pero un
checoslovaco llamado Panenka se encargó de demostrar al mundo que se podría
seguir asombrando desde los once metros. Lo hizo en el mejor escaparate
posible, la final de una Eurocopa, en la tanda de penaltis, y ante la mejor
selección de la época, la RFA de Beckenbauer, Maier o Müller, entre otros. A la
hora de lanzar, y cuando vio que el portero se tiraba a un lado, Panenka remató
de forma sutil en una especie de vaselina que entró (no sin misterio) por el
centro de la portería. Además, este lanzamiento sirvió para darle el título a
Checoslovaquia.
Como
véis, son muchas las historias que guarda el lanzamiento más fácil, a priori,
del fútbol. Yo os he mostrado algunas, pero hay muchas más.
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