Probablemente
una de las semanas más duras de los últimos años para el deporte español. Todo el
mundo maneja la información: el TAS ha creído conveniente sancionar con dos
años de suspensión a nuestro mejor ciclista, Alberto Contador, por dar positivo
durante un control en el Tour de Francia de 2010. Muchas son las opiniones y las
reacciones a dicha sentencia, las redes sociales andan en plena ebullición con algún
que otro comentario inapropiado. Pero la pregunta que ahora nos queda por
hacernos es: ¿es Alberto Contador culpable o inocente? ¿Ha hecho bien el TAS al
promulgar esta sentencia? Pues bien, creo que hay razones para creer una cosa y
otra. Y creyendo que es inocente, paso a explicarme:
Desde
el primer momento en que trascendió la noticia, los expertos en materia de
doping se apresuraron a decir que era una estupidez que se dopara con clembuterol,
ya que en esas cantidades estaba demostrado que no suponía un aumento del
rendimiento deportivo. Y no creo que nadie se arriesgue a ser descubierto sin
ni siquiera aprovecharse de la mejora proporcionada por alguna sustancia
prohibida. Además, si desde el primer momento no se le sancionó (como en otros
casos) es porque muy claro no estaba el asunto, así que no veo claro que
realmente se dopara. Además, parece que la teoría del solomillo es válida,
aparte de haberse sometido durante cinco horas a un polígrafo en el que se
desvelaba que decía la verdad, aunque esta prueba no está legitimada por la
justicia suiza. Pero lo más irrisorio es que en la resolución se admite que no
existen evidencias de doping, pero se le sanciona. Entonces bien, ¿inocente?
Por otra
parte están los hechos, que por desgracia son las pruebas a las que se agarra
un tribunal. Y los hechos son que ha habido un positivo, independientemente de
la cantidad ínfima del dichoso clembuterol. Otro hecho importante es el que
Contador no haya podido demostrar su inocencia año y medio después, aunque
nadie ha podido demostrar que el ciclista estuviera faltando a la verdad.
Entonces qué, ¿culpable?
En mi
modesta opinión, creo que es inocente, porque (y aunque suene un poco brusco
decirlo) si alguien quiere sacar provecho de sustancias ilegales, lo “hace bien”,
es decir, en cantidades que realmente puedan suponer un aumento del rendimiento
deportivo. Pero aquí hay preguntas que siguen en el aire y que algunas pueden
seguir sin ser respondidas en años: ¿Por qué han tardado tanto? ¿Por qué si con
los hechos que había en su contra sólo se le podía aplicar una sanción de 6
meses a un año? (como bien dijo Óscar Pereiro a través de su cuenta de
Twitter). No quiero creer que han tardado tanto para perderse los JJOO, no
quiero creerlo…
No quiero
cerrar esta entrada sin hacer mención un par de casos que pasaron casi
inadvertidos, pero de los que no tenemos que olvidarlos. Ezequiel Mosquera dio
positivo por hidroxietil almidón, sustancia prohibida no por que suponga un
aumento del rendimiento, sino porque se cree que es un enmascarador de otras
sustancias ilegales. Nadie comentó su caso y no tuvo opción de defenderse
prácticamente. Y el más grave fue el de Alejandro Valverde, que fue sancionado
con la misma condena que Contador sin haber positivo, sino porque “había
evidencias” de que era partícipe de la maldita ‘Operación Puerto’ que tanto
daño ha hecho al deporte español. Manda cojones el asunto. Por suerte, Valverde
está ya a disposición del aficionado a este deporte de las dos ruedas, en el
que tantas alegrías nos va a dar en esta temporada.
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