Sí, el talento del deporte español está en
crisis. Y no precisamente por la falta de deportistas con posibilidades de
triunfar en la élite. Nada más lejos de la realidad. Mientras las altas esferas
del deporte español tienen cada vez más potencial para conseguirlo todo (Real
Madrid y Barcelona) la precaria situación
económica del país azota con fuerza al resto de contendientes, no sólo al
fútbol, sino sobre todo a los deportes más minoritarios. Deportes que nos han
regalado numerosas alegrías están en horas bajas económicamente hablando, y eso
no casa muy bien con la obtención de resultados deportivos.
Cada vez que un deportista español triunfa en
una competición un fin de semana, o en los Juegos Olímpicos, todos nos hacemos
de uno u otro, incluso lo compartimos abiertamente en las redes sociales, con hashtags
como #soyespañolaquequieresquetegane
y similares. Pero eso me hace plantear la siguiente pregunta: si tan cómodos
nos sentimos los aficionados y las instituciones cuando hay un éxito de un
deportista, ¿por qué no seguimos su carrera en los cuatro años que transcurren
entre dos JJOO? ¿Por qué no financiamos a estos deportistas para que cuando
lleguen los campeonatos importantes puedan representar a nuestro país y
llenarnos de orgullo? Parece que en este país queremos resultados, pero sin
preocuparnos por cómo se consiguen. Pero eso es una tónica habitual en la
política española: queremos que los alumnos aprueben, a toda costa; que los
enfermos se curen, sin poner medios al alcance de los médicos, por poner un par
de ejemplos.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a la
perplejidad que me supuso conocer la noticia de que un deportista de élite,
olímpico por España en los pasados Juegos de Londres se retira por falta de
dinero para poder competir en
competiciones internacionales, con sólo ¡¡26 años!! Estoy hablando de Josemi Pérez,
uno de nuestros mejores triatletas. Estamos hablando de un deporte que goza
últimamente de mayor popularidad en nuestro país gracias a los éxitos de Iván
Raña, Javier Gómez Noya, Mario Mola o Fernando Alarza, entre otros. La verdad,
alucino. Es muy difícil para un deportista conquistar títulos teniendo que
costearse una carrera de su bolsillo. Así no se puede.
Josemi Pérez |
Podréis comentarme que es un caso aislado,
pero por desgracia para nada… Leticia Costas, tenista gallega de tan sólo 23
años se ha visto obligada a la misma decisión. No es justo que el presente y
futuro de nuestro deporte estén sin apoyo de patrocinadores y entrenando, en
muchos casos (como en atletismo, por ejemplo) en situaciones un tanto
precarias. No es justo. Basta ya e invirtamos un poco en nuestro deporte: que
exista apoyo económico, y que los aficionados nos interesemos durante el año
más por nuestros protagonistas. No es tan difícil.